lunes, 25 de febrero de 2019

Actividad en gran grupo


INTRODUCCIÓN:

En este nuevo semestre vamos a aprender sobre la didáctica de la lengua. Aunque seguro que ya pensamos que lo sabemos todo porque ya lo hemos visto durante nuestra etapa de estudiante en primaria, la eso y bachillerato, estoy completamente segura que no es como creemos.

En esta primera actividad debemos plantear una actividad de comunicación oral en gran grupo. Esta actividad puede ser o un debate, en el que habría dos bandos diferenciados y opuestos entre sí, o un diálogo, en el cual tendría que haber un moderador que controle las intervenciones de los alumnos. Como sabemos para hablar hay que crear situaciones donde se hable y se haga de forma adecuada, lúdica y constructiva.

 “A hablar se aprende hablando en diferentes situaciones y contextos y de forma adecuada”

Nosotros como futuros docentes, debemos escoger curso y tema. En mi opinión no debe ser un tema cualquiera, si no que tiene que ser un tema que los alumnos conozcan, que estén involucrados y que puedan participar abiertamente. Pero según qué tema, no sirve cualquier curso, para ello, yo descarté desde el primer momento los dos primeros cursos de primaria, ya que aun habiendo temas interesantes en los que poder hablar con ellos, creo que se puede aprovechar más los distintos puntos de vista en cursos más altos como pueden ser quinto o sexto de primaria. En estos últimos cursos los alumnos tienen una edad de 10 – 12 años, por lo cual comienzan muchos cambios físicos, intelectuales y sociales, que abren las puertas de la etapa adolescente en el instituto, por ello me parece más interesante ver que ocurre mientras esta transición está en pleno auge.
En la adolescencia temprana, segun la psicóloga Karol. T, comienzan a tener una seguridad emocional y física, percepción positiva de sí mismo y de sus habilidades, y adquisición de habilidades para la vida diaria y para la toma de decisiones.

Con esto no quiero excluir ni discriminar a los cursos inferiores, ya que creo que sí se podría hacer una actividad de gran grupo, pero su desarrollo cognitivo y personalidad está centrada en el egocentrismo, con lo que en esos casos tendríamos por su parte monólogos o simples exposiciones de lo que ellos piensan sin tener en cuenta la opinión de los compañeros que le rodean.
Por ello en esta primera actividad he querido escoger quinto de primaria.


Con esta introducción paso a plantear mi actividad de gran grupo.


ANTES DEL DIÁLOGO:

Para ubicarnos mejor en esta actividad, nos iremos al aula de quinto de primaria.

Anteriormente el colegio ha trabajado durante toda la semana el tema de las personas con discapacidad, teniendo así días de cine fórum, charlas de personas con discapacidades distintas y su paso por el colegio e instituto, además de en esa semana ponernos en la piel de aquellas personas con discapacidades.
Como último día, dedicaremos las ultimas clases a un diálogo en el aula, pudiendo así dar nuestra opinión y mirar desde distintos puntos un mismo tema.

Para ello antes de presentarles el tema, haría que cada uno cogiera su mesa y la apartara hacia una de las paredes del aula, quedándonos así tan solo con la silla. La silla la colocaremos en círculo, para que todos podamos vernos la cara a la hora de hablar y nos podamos expresar mejor sin tener una mesa en la que refugiarnos o que nos impida desenvolvernos a la hora de expresarnos corporalmente.

Una vez colocados en círculo les comentaré que esa tarde haremos un diálogo en el que todos debemos participar individualmente dando nuestro punto de vista o nuestra opinión sobre el tema que trataremos. Les explicaré que un diálogo no es un debate, ya que aquí no debemos posicionarnos en un bando o en otro. Además, en el diálogo conseguimos que no haya portavoces de unos cuantos, si no que cada uno sea su propio portavoz. Así veremos muchos puntos de vista distintos y no habrá meros emisores individuales, sino un verdadero diálogo social.

Tras colocarnos y hacer una breve explicación, comenzaré a darles unas pautas, por no llamarle normas, del diálogo. Estas 3 serán y deberán cumplirse por todos los miembros:
  1.         Atender a quien esté hablando.
  2.         Respetar el turno de palabra del compañero.
  3.        Respetar la opinión de nuestro compañero.

Estas pautas las copiaré a su vez en la pizarra del aula para que en todo momento estén presentes.
Estas pautas no son desconocidas para ellos ya que son las tres normas típicas de toda clase, pero las he querido resaltar por el alumno “movido” que hay en el aula, el que no respeta el turno de palabra y quiere imponer su opinión sobre los demás. Así, recordándoselo a toda la clase y no solo a él, que no las suele cumplir, conseguimos una mayor atención de todos los alumnos.

En caso de que alguna de la norma no se cumpliera, haríamos una reflexión de lo que ha pasado al final del diálogo o si es muy habitual, yo como docente actuaría haciendo una pequeña reflexión de empatía hacia los compañeros afectados. Por ejemplo preguntando al alumno que le han interrumpido como se siente tras no sentirse escuchado. Con ello creo que se puede conseguir trabajar la empatía de una forma directa, pero si no es necesario no lo llevaré acabo.

A continuación, repartiré tres fichas a cada uno de los alumnos, estas representan las oportunidades que tienen para poder seguir participando en el dialogo. Las 3 fichas representan 3 oportunidades, en caso de que haya un alumno que no respete alguna de las tres normas anteriormente citadas, deberá depositar una ficha en el centro del círculo.

Las fichas se podrán recuperar con un buen comportamiento, es decir, hablando dentro de su turno, respetando a los compañeros y reflexionando sobre los distintos puntos de vista que veamos.
Con esto, damos una responsabilidad añadida a los alumnos, el intentar no quedarse sin fichas.
En caso de que un alumno se quede sin sus fichas no podrá participar en el diálogo durante unos minutos. Si esto se repite, dicho alumno no podrá participar más en la actividad.

Con todo lo anterior, quiero conseguir un clima de confianza, para que a la hora de hablar puedan expresarse con total libertad. En esta etapa, se encuentran en un momento evolutivo en el que todo son cambios, tanto mentales como físicos, aquí es donde su confianza y su seguridad en sí mismos comienzan a ser amenazada por los demás, por ello hago tanto hincapié en el que se sientan cómodos y se puedan expresar con total libertad, así conseguiremos que esa seguridad y confianza no sea dañada.


Una vez acabada la presentación de las normas, les presentaré el tema, el cual está muy ligada a la semana de las discapacidades. Para ello haré una pequeña introducción:

“Esta semana hemos visto muchas cosas que nos han llamado la atención ¿verdad?,¿vosotros sabíais tanto sobre las discapacidades que pueden tener las personas?
Había muchas cosas que yo desconocía y que no sabía que se podían cambiar ¿os ha pasado lo mismo?
Tengo una idea, ¿Y si buscamos cosas que podamos cambiar para que las personas con discapacidad se sientan integradas en nuestro colegio?”


DURANTE EL DIÁLOGO:



El tema es: ¿Qué cambiaríamos nosotros en la escuela para que una persona con discapacidad se sienta integrada?


Con este tema quiero trabajar su autonomía del pensamiento reflexivo, que den vueltas al tema y puedan replantearse soluciones factibles, aunque imaginarias. Además de normalizar la inclusión de las personas con discapacidad en nuestra sociedad.
También trabajaremos gran mayoría de las habilidades lingüísticas a la hora que ellos se tengan que expresar correctamente, en caso de que no sea así, yo como docente le corregiré volviendo a repetir lo que ha dicho pero de forma correcta. A parte se trabajará la escucha activa, el respeto al compañero, la pronunciación, la empatía…

Previamente, yo he traído preguntas preparadas por si el diálogo se acaba o si se desenfoca mucho del tema principal. Algunas de esas preguntas son:

  • -      ¿Y si en vez de cambiar nuestra escuela, cambiamos también nuestro barrio? ¿Por dónde empezaríais?
  • -          ¿Por qué creéis que estas personas no se pueden sentir integradas?
  • -          ¿Creéis que en nuestra clase se sentiría integrada? ¿Qué haríais?
  • -          ¿Pensáis que todos esos cambios que proponéis podríamos nosotros utilizarlas en el día a día?
  • -     ¿Qué sentís cuando veis a una persona con discapacidad?
  • -     ¿Cómo crees que se siente una persona con discapacidad?


Una vez expuesto el tema, daremos tiempo al diálogo. Yo como docente, seré la coordinadora o moderadora y administradora del tiempo, mi tarea tan solo consistirá en intentar que todos participen, se sientan a gusto a la hora de hablar y se sientan escuchados. Para ello, tendré en cuenta quien habla menos y quien abusa a la hora de tomar el turno de palabra. También me fijaré si existen momentos incómodos para cortarlos en el momento, como miradas cómplices para intentar reírse de alguien a la hora en la un compañero hable o tan solo murmullo que impida hablar a quien le toque.

El turno de palabra lo pedirá levantando la mano, y yo les daré paso para hablar.
En cuanto al alumno que apenas participa, ya sea por timidez o por falta de ganas, intentaré preguntarle de vez en cuando su opinión, pero sin que se sienta atacada u obligada a dar una respuesta que yo quiero.

Para ello preguntaré “¿Y tú como ves su idea?” “¿Piensas que entre todos podríamos hacerla realidad?” ¿Cambiarías o añadirías algo a lo que acaba de decir tu compañero?”

Obviamente no preguntaré tan solo a ese alumno, sino que lo haré a la gran mayoría de la clase.
En cuento al alumno que habla, con las fichas, se estará reteniendo a la hora de interrumpir o imponer su opinión, pero si no es así yo como moderadora intentaré callarle y dar paso a los compañeros mediante expresiones como: “Muy bien, dejemos que hable ahora el compañero a ver que tiene que aportar”. 
En caso de que no deje pasar su turno de palabra o se imponga ante los demás, le recordaremos que debe dejar una ficha en el centro del círculo, nunca llamándole la atención por lo que ha hecho mal ya que así conseguiremos lo que él quiere y desea, más atención por parte de los compañeros y de la docente.

Hay que agotar cada aportación que den ellos al dialogo, cuando esta se acabe cambiaremos de a otro punto de vista. En caso de que el tema del dialogo sea escaso, intermediaré con alguna de las preguntas que me he preparado anteriormente.


Mientras que ellos están con el diálogo yo tendré una pequeña rúbrica para poder evaluares la participación, la expresión oral y la corporal.
Es importante distinguir entre los términos evaluar y examinar, ya que en este caso, examinar a un alumno de la expresión oral sería una perdida de tiempo y no serviría para nada, pero evaluarle sería lo correcto.
La rúbrica será la siguiente y se puntuara del uno al seis  en las casillas con el nombre del alumno, atendiendo que:

1: Nada
2 : Muy poco
3: Poco
4: Alguna vez
5:Muy a menudo
6: Siempre




NOMBRES DE LOS ALUMNOS
ALUMNO 1
ALUMNO 2
ALUMNO 3
Escucha a sus compañeros de forma activa.
Ha participado voluntariamente en el diálogo.
Ha intervenido de forma correcta en el diálogo citando al compañero anterior.
Ha intervenido de forma incorrecta cuando uno de sus compañeros hablaba.
El volumen de la voz y la pronunciación es el adecuado.
Ha sabido expresarse de forma oral de manera adecuada.
Ha mantenido una actitud correcta durante el dialogo
Ha podido empatizar con las personas con discapacidad a la hora de buscar una mejora.



La mejora que ha propuesto ha sido pensada anteriormente.



Ha sabido expresarse correctamente con su vocabulario, ayudándose con el lenguaje corporal.












PARA TERMINAR EL DIÁLOGO:


A la hora de concluir el diálogo no lo cortaremos de raíz, sino que iremos poco a poco, volviendo a atrás sobre algunas de las ideas que más nos han gustado, recordando aportaciones de los compañeros que más nos ha llamado la atención, incluso eligiendo un par de ellas de forma individual y que en un futuro podamos hacerlas realidad.

Para ello podemos hacer una pequeña ronda individual en el cual cada uno escogerá un par de ideas que más le ha gustado o más le ha llamado la atención, y si en un futuro podría o no llevarse a cabo.

CONCLUSIÓN:


Una vez terminada la actividad y reflexionando sobre ella de forma personal, he de decir que me alegro de que poco a poco vayan teniendo tanta importancia estos trabajos de comunicación oral en gran grupo, ya que hablando se entiende a la gente y así podemos saber lo que realmente piensan los demás. De esta manera todo el grupo participa y aprende, y si no participan todos, tuya es la obligación, como docente, de conseguir que sí se haga, porque todos tenemos que aprender de todos.

Creo que en Educación Primaria se le da muy poca importancia a la expresión oral en gran grupo, ya que es sinónimo para los profesores de hoy en día de perder el tiempo. Es verdad que si no lo preparas con antelación o no sabes controlarlo, pueda ser una perdida de tiempo, pero el no hacerlo por miedo a como pueda salir sí que es una perdida de tiempo. Así perdemos toda la visión del alumno que es muy enriquecedora para el docente y que puede ayudarnos a comprenderle mejor. 

Yo, como futura docente, pienso utilizar los diálogos o debates de gran grupo para ver su capacidad de expresión oral y corporal. Tenemos que enseñarles a expresarse y a comunicarse con la gente de forma adecuada, y esto no es un trabajo que se haga de un día para otro, hay que trabajarlo desde Infantil.

En cuento a los diálogos o debates en pequeños grupos, también son adecuados su realización, pero ahí el papel del profesor queda más apartado ya que no puede estar a todos los grupos que haya.




WEBGRAFÍA:

Labajo, I. (2018). Didáctica de la Lengua Española. Madrid. CSEU La Salle.

Labajo, I. (2018). Guía de trabajo de la Didáctica de la Lengua Española. Madrid. CSEU La Salle.

Karol, T (2016) Adolescencia Temprana: Edad, Cambios Físicos y Psicológicos. Recuperado de : 
https://www.lifeder.com/adolescencia-temprana/